Buñuelos de calabaza: el dulce que anuncia el otoño

29/10/2025 12:26h

Cuando el aire se vuelve fresco y los días se acortan, el otoño llega cargado de aromas y sabores que evocan hogar, abrigo y tradición. Entre ellos, los buñuelos de calabaza ocupan un lugar especial: crujientes por fuera, tiernos por dentro y con ese toque de canela y especias que perfuma toda la casa. Son uno de esos dulces que anuncian el cambio de estación y que, con cada bocado, nos transportan a la calidez de los días fríos.

 

Historia y tradición

Los buñuelos tienen su origen en la cocina española y, con el paso del tiempo, se han convertido en un símbolo de celebración. Tradicionalmente se preparan durante Semana Santa, cuando las familias se reúnen para compartir recetas de toda la vida, pero también han encontrado en el otoño su momento perfecto gracias a la llegada de la calabaza, ingrediente estrella de la temporada.

En esta versión otoñal, la calabaza no solo aporta su dulzor natural y su color dorado, sino que también otorga una textura suave y esponjosa al interior de los buñuelos, mientras que el exterior queda crujiente y aromático. El resultado es un dulce que combina lo mejor de dos mundos: el sabor de la tradición de Semana Santa y la esencia acogedora del otoño.

En Valencia, en cambio, los buñuelos de calabaza son protagonistas absolutos de las Fallas (marzo), hasta el punto de que se les conoce popularmente como bunyols fallers. Durante estos días, las calles se llenan de puestos que los sirven recién fritos, acompañados de una taza de chocolate caliente.

Así, los buñuelos de calabaza se convierten en un puente entre las festividades religiosas y el encanto de la estación, recordándonos que las mejores recetas son aquellas que unen pasado y presente, tradición y temporada.

Ingredientes necesarios

Para preparar unos buñuelos de calabaza caseros, necesitarás:

- 250 g de calabaza cocida y triturada

- 200 g de harina de trigo

- 50 g de azúcar

- 1 huevo

- 1 cucharadita de levadura química (polvo de hornear)

- Una pizca de sal

- Canela molida al gusto

- Aceite para freír

- Azúcar glas para espolvorear

Opcional: ralladura de naranja o limón, nuez moscada
 

Preparación paso a paso

1. Cocer y triturar la calabaza: Pela la calabaza, córtala en cubos y cocínala al vapor o hervida hasta que esté tierna. Tritura hasta obtener un puré suave y homogéneo.

2. Mezclar los ingredientes secos y húmedos: En un bol grande, mezcla la harina, la levadura, la sal y la canela. Añade el puré de calabaza, el huevo y el azúcar. Mezcla hasta formar una masa consistente, ligeramente pegajosa.

3. Formar los buñuelos: Con ayuda de dos cucharas, toma porciones de masa y dales forma redondeada. La consistencia de la masa permite moldear fácilmente cada buñuelo.

4. Freír con cuidado: Calienta suficiente aceite en una sartén profunda. Cuando esté caliente, añade los buñuelos con cuidado, evitando que se peguen entre sí. Fríe hasta que estén dorados por todos lados.

5. Escurrir y decorar: Coloca los buñuelos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Espolvorea generosamente con azúcar glas o añade un toque de canela extra.

 

Consejos y variaciones

- Toque cítrico: Añadir ralladura de naranja o limón a la masa le da un aroma fresco que equilibra el dulzor de la calabaza.

- Freír o hornear: Si buscas una opción más ligera, hornea los buñuelos a 180 °C durante 15-20 minutos. Mantendrán la textura esponjosa pero con menos aceite.

- Acompañamientos: Se pueden servir con miel, sirope de arce, chocolate fundido, mermeladas o incluso con crema batida para un postre especial.

- Especias: Prueba con jengibre, clavo o nuez moscada para darle un toque otoñal más intenso.
 

Curiosidades

- Los buñuelos no solo se preparan dulces: en algunas regiones de España y América Latina existen versiones saladas, rellenas de queso, carne o verduras.

- La calabaza no solo aporta sabor y color: también es rica en vitamina A y antioxidantes, lo que hace que estos buñuelos sean un dulce algo más nutritivo que otras opciones fritas.

- Preparar buñuelos es un acto casi ritual en muchas familias, especialmente durante festividades, reuniendo a varias generaciones alrededor de la cocina.

 

Por qué nos encantan

Los buñuelos de calabaza son más que un simple postre: son una experiencia sensorial completa. Su aroma a canela y calabaza llena la casa, evocando recuerdos de la infancia y momentos compartidos en familia. Su textura, crujiente por fuera y suave por dentro, se complementa perfectamente con bebidas calientes como chocolate, café o infusiones especiadas.

Además, preparar buñuelos de calabaza en casa permite personalizar cada detalle: ajustar el dulzor, las especias o incluso el tamaño de los buñuelos según el gusto de cada miembro de la familia. Es una receta que invita a experimentar y disfrutar del proceso tanto como del resultado final.

 

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